Tanto los niños como los adolescentes tienen más dificultades que un adulto para explicar cómo se sienten, y con frecuencia existen problemas subyacentes que no se detectan a tiempo. Como en estas etapas de la vida aún nos estamos formando como personas, una intervención psicológica a tiempo es indispensable para evitar futuros problemas.
A menudo este malestar desemboca en problemas de comportamiento en casa y termina afectando a toda la familia. Creemos que es esencial que haya un tratamiento desde el inicio del problema.
Llevamos a cabo la evaluación diagnóstica, si procede, y realizamos la intervención y el tratamiento de dificultades como:
• Problemas de comportamiento
• Miedos y fobias
• Problemas relacionales
• Ansiedad
• Estado de ánimo depresivo
• Trastornos de conducta alimentaria (anorexia, bulimia, ingesta compulsiva, etc.)
• Trastorno con déficit de atención y/o hiperactividad (TDAH o TDA)
• Problemas emocionales
